Comentario basado en la lectura del texto "Los siete saberes de la educación" por Edgar Morín
 
Uno de los  desafíos más importantes que nos presenta  la  educación,  tiene relación  con  el  desprendernos de nuestros prejuicios, de nuestra formación inicial, para emprender un objetivo mayor basado en la comunicación, en la interacción con el otro, en el reconocimiento de experiencias distintas, en la búsqueda de un bien común; por ende, debemos llegar a un acuerdo que trascienda hacia las  necesidades de nuestros estudiantes, contextualizándonos en el Chile de hoy.
Es  por  esto  que  los  docentes  necesitamos objetivizar  el  conocimiento  adquirido,  para luego generar instancias de afectividad, capacidad de asombro, empatía y conocimiento, reconociendo  al ser humano en su unidualidad. Para ello se nos hace indispensable construir instancias de disenso – consenso, redes de reflexión sobre la tarea docente y entregar un conocimiento interdisciplinario basado en el trabajo de equipo. ¿Pero cómo lo hacemos?
Debemos empoderarnos de nuestro rol  profesional,  para desencadenar cambios cognitivos y de conciencia, fundamentales para nuestra sociedad.  En la actualidad vemos un Chile con carencia de pensamiento crítico, donde la formación prepara para el mercado laboral y la satisfacción personal netamente capitalista; roles exigidos sin involucrar nuestra dimensión del ser.
 
Vivimos, en el hacer, estando a kilómetros del ser-estar-hacer, insertos en un con…texto de…mente.   

 

Esta página está orientada a la discusión propia, que debe realizar cada docente, hacia su quehacer educativo en la actualidad. Esta inspirado por la obra de Edgar Morín "Los siete saberes de la educación" y complementado con diversos sitios asociados y textos que complementan la visión a la cual se quiere llegar.

 

Nombres de los usuarios de izquierda a derecha. Jenny Bujes, Javiera Herrera, Camila Avalos, Gabriela Villarroel, Sandra Tacuma y Jorge Ramos